En #MiSala con el Pana en Chile, Julián Mélenz



Julián Mélenz es un venezolano que por las circunstancias en nuestro País decidió buscar oportunidades en Chile. 
Sin duda alguna, su experiencia de vida es una gran aventura. 


Es un chico digital, comenzó en You Tube, luego se reinventó creando una identidad digital como "#UnPanaEnChile," y ahora renueva en Instagram su marca personal como @JulianMelenz 

Es una persona de fácil trato, me dice que le gusta la gente, en las redes sociales nos encontramos la gente a quien le gusta la gente, responde. 

Comenta en su cuenta Instagram sobre un sueño,  cuando le pregunté sobre ese sueño respondió sin dudas: vivir del arte. Lo tiene claro desde pequeño, no quiere trabajar, en el mejor sentido de esa expresión, porque cuando trabajas haciendo uso de tu pasión, de lo que te gusta, no trabajas. 

Esa pasión que siente él por el arte lo ha llevado de paseo por la música,  el teatro, la radio, y actualmente la comedia. Se atrevió con el Stand Up, y ciertamente la comedia le va muy bien, me divertí con sus respuestas aunque responde con mucha responsabilidad, y honestidad. Deja muy claras sus líneas con una absoluta educación.  

Quiero comentarles que he descubierto en este viaje en el que busco conectar con quienes aporten valor más allá de lo que hacen, que hay personas excelentes en sus trabajos, el que sea, como médicos,  humoristas, artistas, actores, actrices,  escritores, músicos... realmente son excelentes, pero lo que hacen se limita a sus trabajos, ¿qué hay más allá de eso?  ¿Qué  aporte ofreces de manera gratuita a otras personas sin importar si los conoces o te conocen, o no? Tus redes sociales tienen mucho poder, úsalas, atrévete. 

Precisamente eso fue lo que me motivó a conectar con Julián,  a través de sus plataformas digitales no solo avanza en su sueño, que además hace excelente, sino que también aporta valor más allá de eso cuando comparte información importante para otras personas que se encuentran en Chile, información que tiene que ver con trámites,  con oportunidades o circunstancias que puedan ayudar a otros a avanzar, a mejorar su estatus migratorio, o de cualquier otra índole,  esto sin perder su identidad y sin pretender algo a cambio. 

Cuando abordamos ese punto me dijo que no intenta ser escuela aunque tiene licencia para ser mentor porque es educador de profesión, pero tiene claro que es el mentor de su hermosa hija Amelia de 7 años; y se siente aprendiz porque "aún le falta experiencia," dice. 

Hablábamos sobre los valores y básicamente se resume en lo siguiente: más que hablar de los valores, debemos demostrarlos con nuestras acciones. 

Absolutamente cierto, se llama coherencia. 

Cuando estamos impulsando nuestras marcas personales debemos ser coherentes,  si mostramos ser personas dispuestas, accesibles, amables en público,  también debemos serlo en privado, porque eso incide de manera importante en nuestro diálogo interno, en como me percibo a mí mismo, y en lo que proyecto hacia los demás.  

Evidentemente,  nuestro comportamiento es modelado por las circunstancias; es decir, nuestro comportamiento en casa, es diferente al que tenemos cuando estamos en el trabajo, o con amigos, o con otros familiares,  pero en todos los casos debe existir un hilo conductor que muestre  siempre nuestra identidad, y no a conveniencia.  

Cuando te encuentres con alguna persona que creas ser valioso y te das cuenta de que es una "carcasa," como llama Julián, sigamos su consejo: "No insistas, la gente no cambia, y no significa que sea malo sino que a ti no te funciona."

Le pregunté por los Masones y los extraterrestres,  ya saben... no puedo evitarlo. Por alguna razón cuando pregunto por eso, las personas siempre muestran la sonrisa, cuando menos, en otras ocasiones lanzan la carcajada. Tú también... 

Me dijo que los Masones son buenos arquitectos (con risa incluida), le gusta disftutar de sus construcciones majestuosas, también de la simbología exquisita que tienen, admira a Francisco de Miranda, aunque ese tema no lo ocupa mucho; y dice que es absurdo pensar que los extraterrestres no existen, que lo que nos dicen suene absurdo es otra cosa. Es decir,  les da el beneficio de la duda.

Solo me queda decirles, que fue un extraordinario placer esa conversación con el pana en Chile, Julián Mélenz, y que espero resuene para ustedes en algún aspecto de su vida que les permita agregar valor para ti y para tu entorno.  La próxima semana compartiré con ustedes otra conversación en #MiSala. 

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